Altamira
La
Cueva de Altamira, conocida como la Capilla
Sixtina del arte, destaca por los
hallazgos artísticos que se han encontrado en ella. Se encontraron diversos
utensilios con los que se pintaba en el interior de las cuevas.
Se
han hallado omoplatos de ciervo, y destaca su uniformidad aparente.
Las
representaciones humanas en el arte parietal son escasas y son vagamente
humanas y “vagas”.
La
mano embadurnada cuenta con una gran importancia en la roca. También se emplea
la técnica del soplado.
Como
temas principales destacan las figuras humanas, los signos y los animales, en
vez de los paisajes.
La
magia de la caza no explica el arte de los cazadores; por tanto no existe
relación directa entre los animales pintados y los cazados.
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